- DÍA 1: 17 DE ABRIL DE 2013 -

Hacía frio y estaba oscuro, me encontraba rodeado de árboles, tenía vagos recuerdos de lo que había pasado y sentía un dolor en la cabeza, había manchas de sangre regadas en la tierra, supongo que había sido atacado por algo o alguien.

Comencé buscar a mis alrededores para ver si había algún refugio, mientras caminaba por la oscuridad del bosque y la luz de la luna era bloqueada por los arboles, iluminaba mi camino con el brillo de mis marcas vitales.

** Varios metros de donde me desperté encontré una cueva y pensé hacer ahí el refugio para pasar la noche, al entrar revise el interior para verificar si no había algo dentro.**

En la cueva encontré cadáveres humanos y Anthros, me acerque a examinar los cadáveres y la forma de las heridas eran de golpes y mordidas, mirando a los alrededores para investigar si no había alguna pista de los hechos ocurridos aquí, encontré un rastro de sangre que me guio a un cadáver humano con una hacha clavada en la cabeza, tomé el hacha por precaución y defensa ya que no tenia absolutamente nada, solo contaba con una especie de pantalón corto del cual colgaban cables. Los corte con el filo del hacha y abandone la cueva ya que probablemente el causante de esto volvería.

Varios metros a lo lejos de la cueva encontré una vieja camioneta, parecía que tenia años ahí, estaba oxidada y carcomida. Mire en el interior y encontré un cadáver, si no me equivoco tal vez era una mujer, su cuerpo estaba muy maltratado.

Observe con detalle sus manos que sostenían destornillador y al frente en el tablero de la camioneta había una caja de madera sellada con tornillos que coincidían con el tipo de destornillador, tome la caja y la agite para saber si contenía algo. El sonido era similar al de monedas que revotaban en las paredes de la caja. Abrí la caja con el destornillador y en su interior había dos anillos, uno con un rubí y el otro con una esmeralda.

Me puse los anillos ya que no tenia donde guardarlos bien, también tome el destornillador que quizá podría funcionar en el futuro y seguí mi camino en dirección de donde venia la camioneta, quizá me llevaría al origen de todo esto.

A medio camino comencé a escuchar el sonido de pasos descalzas sobre la tierra húmeda, casi no podía ver pues el brillo de mis marcas vitales no es tan potente más que para iluminar un par de metros de mi circunferencia, aun así esos sonidos me daban una muy mala espina, mientras seguí caminando con cautela una piedra golpeo mi brazo, comencé a escuchar mas de esas pasos y también escuchaba sonidos extraños, así que me oculte y escuche que las piedras chocaban con el tronco donde me había ocultado.

Mirando aleatoriamente a mi alrededor, salir corriendo para evadir el ataque, mientras corría las piedras fallaban cayendo a los lados y delante de mí, encontré una vieja cabaña, entre en ella como pude intentando abrir la cerradura con el destornillador, pero otra roca golpeo mi hocico, comencé a sangrar, pero sin embargo no me detuve, continúe hasta lograr abrirla.

Al caminar en el interior de la cabaña me sorprendí al mirar que estaba repleta de cadáveres de humanos y Anthros, encontrar tantos cadáveres ya no me sorprendía tanto pero el olor era insoportable, era olor de los cuerpos en estado de descomposición, había sangre por todos lados pero en la pared había una flecha pintada con blanco, la seguí y me guio a unas escaleras para un segundo piso.

Al entrar al segundo piso, todo estaba limpio y en orden, no había nada extraño, cerré la puerta asegurándola con un barrote de metal.

Mirando lo que había, me encontré con un esqueleto sentado en una silla frente a un escritorio, el esqueleto no era real, era de esos que hay en las escuelas, así que le di poca importancia, hasta que me di cuenta que había flechas que apuntaban al esqueleto, observando al esqueleto con más atención me di cuenta que estaba mirando hacia abajo, como si estuviera mirando al cajón del escritorio que tenia frente a él, abrí el cajón y dentro había una carta y un manual de supervivencia, abrí la carta y esta decía:

• Felicidades quien quiera que seas, supongo que no has de saber en dónde demonios te encuentras, porque ni siquiera yo sé que es este lugar, en fin te diré que nunca lo sabrás ya que quizá mueras ahí afuera, pero hay que ponerse serios ¿no? Te contare lo que sucede ahí afuera, quizá hayas tenido la suerte de encontrarte con mis antiguos vecinos salvajes, son criaturas extrañas, les he llamado Khanis, son caníbales, algunos son demasiado inteligentes, otros son solo estúpidos, los Khanis no atacan solos, siempre atacan en grupos y si matas a uno de su grupo el resto se enfurecerá demasiado y se harán más violentos, y te atacaran con mayor fuerza, hagas los que hagas nunca entres a las cuevas, ahí se refugian.

• ATTE: Dr. Zazcuach -

• 8 de Mayo de 1990 -

** La verdad esto es extraño pues es 17 de Abril de 2013, comencé a leer el manual de supervivencia que había en el mismo cajón y empecé a estudiar su contenido, había secciones de cómo construir trampas, refugios temporales, mucha información, lo deje a un lado mientras registraba el interior de la habitación.**

Más tarde al estar revisando toda la habitación decidí quedarme con el libro, seguro lo tendré que usar a la fuerza ya sea para propinarle un golpe a un Khani o hacer algo de lo que viene en el manual.

Planifiqué una forma de salir de aquí lo antes posible, mi esposa Natzumy me está esperando en casa... espera ¿tengo esposa? Y yo de donde se que tengo esposa si la verdad no recuerdo nada, en fin aunque era tarde decidí dormir en la cama que había cerca del calentador, la noche aquí se sentía muy fría, así que me arrope con unas sabanas que había dobladas en un ropero, después de esto me dispuse a dormir.